Tim Berners Lee,
el inventor de la World Wide Web (WWW),
es decir, la tecnología de páginas webs que utilizamos desde el
nacimiento de Internet, ha publicado una carta abierta a todo los
usuarios, en donde desvela
los tres grandes peligros de Internet y da las claves para frenarlos, antes de que sea demasiado tarde.En un mensaje abierto al mundo,
Tim Berners-Lee habla sobre los tres grandes peligros de Internet.
Hemos perdido el control de nuestros datos personales
¿En
Internet todo es gratis? Falso. En la Red no se comercia con dinero,
sino con información privada. Todos los servicios gratuitos
cobran mediante
la recopilación de nuestros datos personales y costumbres de uso. A Berners-Lee no solo le preocupa esta recopilación de datos, sino que se ocultan en "
silos aislados",
y nosotros mismos no podemos acceder a ellos. No nos permiten decidir
qué hacer con ellos, a quién queremos cedérselos, cuáles de esos datos
queremos compartir, y para qué se utilizan.
Esta recopilación
masiva permite a gobienos dictatoriales perseguir y encarcelar a la
oposición y espiar sus movimientos. Pero también se utiliza en países
democráticos para
restringir la libertad de expresión y la independencia profesional.
Es muy fácil lanzar noticias falsas que se expanden por la Red
Casi
todo el mundo se informa hoy en día por medio de las redes sociales y
unos pocos buscadores. Estos servicios solo ganan dinero cuando los
visitantes entran en los enlaces. Los algoritmos están diseñados para
analizar la información personal y
ofrecer cebos en forma de noticias a las que somos propensos a entrar, principalmente porque tienen titulares llamativos, exagerados o demagógicos. Este sistema
permite que las noticias falsas o distorsionadas se difundan rápidamente por la Red. Mediante el análisis de
big data
y el uso de un ejército de bots que crean cuentas en las redes sociales
y expanden noticias falsas, se manipula la verdad en favor de intereses
oscuros.
Las campañas políticas online son manipuladoras
Los gobiernos y los partidos políticos se aprovechan de la información privada para crear
campañas políticas personalizadas en función de grupos de usuarios concretos.
Dicen a la gente lo que quieres oir,
en muchos casos enviando mensajes completamente opuestos a diferentes
grupos de votantes. Redirigen a webs y redes sociales afines a ciertos
grupos de votantes, y ponen trabas o desvian a otros lugares a grupos de
votantes contrarios.
En las pasadas elecciones de Estados Unidos se detectaron
más de 50.000 variantes de anuncios políticos que
se enviaban en un solo día desde Facebook. Mensajes de un mismo partido
con propuestas completamente opuestas, según a quien iban destinados.
¿Es eso democrático?
¿Qué podemos hacer?
Según
Tim Berners-Lee,
son problemas complejos y no existen soluciones simples. El inventor de
las páginas web pide a las empresas de Internet que trabajen junto con
los usuarios
para devolvernos parte del control de nuestros datos personales. Crear nuevas tecnologías que pongan en común los datos privados que queremos compartir, y solo esos, y dejar atrás el
espionaje en favor de otros métodos de financiación como las suscripciones y los micropagos.
También afimar que
debemos luchar contra el espionaje de los gobiernos, recurriendo a la Justicia si es necesario,
Debemos presionar a Google y Facebook para que pongan más medidas que frenen las noticias falsas, pero sin crear
entidades centralizadas que decidan lo que es verdad y lo que no. Hay que establecer una especie de
Derechos de Internet, que todos los servicios online deben comprometerse a cumplir, y
hay que regular las campañas políticas en la Red.
No son medidas fáciles de llevar a cabo, pero son decisiones que hay que tomar. Antes de que sea demasiado tarde...